La habitación nace con nuestra presencia
Los espejos despiertan con nuestro reflejo
Somos dos cuerpos, dos almas, dos esencias
Somos dos extraños que se conocen desde hace tiempo
Vinimos a cumplir nuestro deber
La obligación existencial del placer
Los sentimientos sobran, los argumentos adornan
Estamos vacíos
Somos libido, somos instintos
Somos animales, somos humanos
Cachetadas de consolación
Nalgadas de venganza
Besos de obligación
Escribir nuestra historia es un pecado
Porque no somos literatura
Ni poesía
Somos básicos, brutales
Sin goce estético.
Me insultas, me maldices
Me gusta que nos tratemos como bestias
Porque lo somos, solo que se nos olvida.
Este poema no es más que el intento
De darle una dimensión artística a
nuestra porno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario