Sample Text

La escritura nos convierte en simples piezas entre la extensión del espacio y el tiempo, pero a la vez nos exige salir de lo convencional para explicar la realidad, como quien por voluntad propia abre un paréntesis para detener el tiempo y suceder en un espacio fuera del regular. La escritura en una palabra nos permite morir siguiendo la luz al final del túnel y seguidamente en otro palabra aparecer en una sala de parto; nos permite viajar por las dimensiones de lo real, lo irreal, lo externo y lo interno. La escritura nos permite eso y más.

Bienvenido a este viaje escrito “Sólo para locos, la entrada cuesta la razón.”

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lunes, 25 de agosto de 2014

Poemas sueltos VII


47

Escribir significa abrir las heridas,
sacar los sentimientos
bañados en sangre
e intentar exhibirlos
limpios
y presentables.

48

La vida solo vale la pena
cuando se pone en riesgo.



52

El verdadero aprendizaje
es aquel que deja
cicatrices.

lunes, 18 de agosto de 2014

Poemas sueltos VI


34

Recibe desnudo
al hada que se desviste 
frente al espejo. 
Vuela con ella.

Arrópate con su piel,
hidrátate con su saliva,
descansa en su pecho.

Amala.


35

La ausencia de temor es de cobardes,
los valientes sienten miedo.



37

¿Te imaginaste alguna vez
que escribiría mis poemas 
inspirados en ti
y en lo que piensas  
cuando los lees?

38

No valoré tu estancia en mi vida
y mientras pienso eso
dejo de apreciar la estadía de otras.

.


41

La poesía es un aforismo bien vestido.
Los aforismos son poemas rebeldes.

¿Entonces que hay?

Realidad.

42

Sonrío para ocultar mis cicatrices.

43

Soy consciencia que se reconoce.

44

La POESÍA y los
                F
                O
            peRtenecen
                 I
      a la miSma
                Moneda.
                O
                S.

sábado, 16 de agosto de 2014

X

¿Qué hago?                                                                                                 ¿Esto es para ti?
          ¿Qué hice?                                                                                 ¿Me lees?
                   ¿Qué hicimos?                                                       ¿Es muy tarde?
                            ¿Qué paso?                                            ¿Me extrañas?
                                    ¿Qué pasará?                   ¿Te arrepientes?
                                                  ¿De quién fue la culpa?
                                      ¿Te espero?                     ¿Hay vuelta atrás?
                      ¿Me esperas?                                              ¿Comenzaremos de nuevo?
¿Me olvidaste?                                                                                                    ¿Se acabó?

                                 Con estas preguntas cargo todos los días
                                 aunque sé que la respuesta es una de ellas
                                        sin los signos de interrogación.

                                                         

jueves, 14 de agosto de 2014

Jugando a ser...

Jugando a ser Cortázar:
Andábamos separados, pensándonos, pero sin buscarnos.

Jugando a ser Neruda:
Nosotros, los de ahora, queremos ser los de entonces.


lunes, 11 de agosto de 2014

Poemas sueltos VII


 28

Sinceridad:
decir lo que piensas, sin pensarlo.

29

Saber quién eres
es labrar arduamente
hasta encontrar lo que buscabas,
pero
no hay miedo más grande,
que ver lo que encontraste
y entender de qué estas
hecho.

Si alguna vez estuviste aquí,
no querrás volver,
basta con una sola visita.

Tu decides cuándo hacerla.


domingo, 10 de agosto de 2014

Cuentos infantiles para adultos IV

8

Este es la historia de un señor, no muy mayor…  un adulto contemporáneo podríamos llamarlo. Vive su vida como la imaginó de pequeño, se graduó de la universidad, consiguió un buen empleo, se estableció, creo una familia, varios hijos, compró dos apartamentos, carros, cabañas vacacionales…  ha logrado todo lo que él esperaba, y logró más de lo que los demás esperaban de él. Es respetado en su trabajo, tiene una oficina propia en la torre financiera… claro, después de pasar 5 años metido en un cubículo. Vive con una sonrisa, ríe de oreja a oreja, es amigable, entusiasta, a veces hasta ingenuo… ¿pero quién no lo es? Nuestro señor, con dificultades, consiguió todo lo que tiene. Luchó en la cadena de producción de la vida, un autómata, un burgués, un producto del ascenso social moderno. Y él está contento por eso (porque no lo sabe), su sonrisa es sincera, a veces hasta se persigna, va a la oficina, ve a su familia, a sus compañeros, asiste a cenas, hace viajes de turista, con medias altas y cámara en mano… se puede decir que nuestro señor es una persona feliz.

Pero un día, el señor, se vio en el espejo… sé que nos vemos al espejo todos los días, pero me refiero a esa vez que te miras reflejado en la pupila del espejo, ves a adentro de ti y te preguntas: ¿Quién soy? Bueno de esa mirada al espejo hablo yo… el señor se observó así y cuestionó si era una persona demasiado alegre. Dudó de su vida, de lo que hace, de lo que ha logrado y no tuvo otra opción que admitir que si era feliz. Lo era, pero porque él en su interior sabe que le falta algo. Esa risa no es de gratis, esta absorto en un trabajo mecánico, lee revistas y periódicos baratos, adquiere lo último en tecnología y automóviles (aunque se endeude), compra por comprar, porque nada de eso lo necesita, olvidó las artes, la filosofía y la lectura (si alguna vez las tuvo). Solo consume, no crea nada, ni sus pensamientos en las discusiones... lo que hace es repetir lo escuchado en la tele o lo leído en el periódico. Nuestro señor, el protagonista, se reconoció y admitió ahí al frente del espejo, que era ignorante.  

sábado, 9 de agosto de 2014

Poemas sueltos VI

22

Todos estamos encerrados adentro de nuestro ego.

Todos.
No quiero discusiones.



25

Cuando era un niño que se pasaba las vacaciones abrazado al atardecer de una isla, consentido por mi nonna, nunca imaginé que un estaría en el pecho de una mujer, desnudo y embelesado por la falacia de la felicidad; mujer, que dos años después me dejó en el sitio nunca soñado en mi infancia, sin mi nonna y con esto escrito.

26

*advertencia, esto es un insulto al lector.

¿Te crees una persona muy feliz?
Si tu respuesta es afirmativa solo hay una opción:


eres ignorante,
y si no te gustó, o si piensas mal de mi actitud, te tengo una mala noticia:

Ya lo leíste. Gracias.

martes, 5 de agosto de 2014

Poemas sueltos IV



10

La vanidad del lector:
Pensar que todo lo que lee 
esta escrito para él.

La vanidad del escritor:
Creer que su vida merece ser contada.



viernes, 1 de agosto de 2014

Cuentos infantiles para adultos III

6


Luces opacas adornan cuatro paredes mal pintadas… silencio. Solo silencio, pero no cualquiera, sino el moderno. Ese silencio que es un espacio entre el ambiente de la metrópolis y tus pensamientos, no hay ruido, solo… silencio, suspendido entre lo tranquilo y lo incoherente. Una bañera amplia, demasiada lujosa quizás, pero combina perfectamente con el degrade natural de la escena. Dos aspirinas, suficiente, la sangre se diluirá. Agua caliente, como un jacuzzi… las vasos sanguíneos se dilataran. Sin música. Sin carta. Sin nada. No hay mucho que decir. Lo único que pronunciaría seria: “¡hola muerte! Ahora vine yo por ti…”. Esa seria mi tarjeta de presentación, para luego preguntarle cuál es mi circulo en el infierno… he esperado esto toda la vida, quiero verlo. Schick. Hojillas Schick. Nuevas, lisas, perfectamente mediocres y útiles para el acto. No hay cicuta. Hay Schick. Es hora de empezar.


A veces cuestionamos el valor de nuestras virtudes, a veces no creemos, a veces no hacemos nada… solo, no sé, saben: ¿Meursault? El extranjero, Camus… bueno, a veces solo estamos así como él. Esa es la mejor explicación. ¿Sabes cuándo sientes que en cada paso del día te diriges como a un…? Pero no, al final no importa porque te es indiferente... y de repente estas con la oportunidad preguntándote y si… y si… y sí. Ya llevo media hora metido en esta tina, tiempo suficiente. Hola lamina perfectamente lisa. Mi corazón se acelera. Mierda. Me tiemblan las piernas. Hola Schick. Es ahora o nunca, no hay: y si… nada. Cruzar la línea, “hola muerte”, el círculo… ¡hay que hacerlo! No importa el futuro… no importa… hay algo esparciéndose en la bañera. Un color se degrada lentamente, impregnando toda el agua, es castaño… proviene de mí. Mierda… me cague. En serio. Me hice encima, solté el intestino... que bolas. ¿Y ahora?


7


El sol se oculta lentamente. Estas tú con alguien al lado, sentados… “tanto tiempo teníamos sin vernos de verdad que te me hiciste extraño, como si fueras otra persona. Pero imposible, pase lo que pase siempre vemos lo mismo, el pasado es uno, aunque solo exista en mi memoria... ¿y en la tuya?”. El degrade del cielo nos impregna las pupilas. “…después de tanto tiempo, aquí estamos, después de quien fuiste, después de quien eres, después de todo. Aquí estamos uno a uno. Dime lo que me quieras decir, tómate tu tiempo… jajá bueno, en este sitio esa palabra toma otro significado, digamos que dispones de una tarjeta ilimitada para pensar, así que no te apresures. Se paciente. Este atardecer no se irá, será siempre así, mírame… piensa, las palabras caerán como yunques, pesaran la vida entera. Bienvenido al purgatorio.” Te dice alguien igualito a ti.

Yo sé cómo es el infierno” Me dijo ayer un borracho en la tasca más barata de Caracas. Recién había escrito el cuento anterior, voy a despejar mi mente y me topo con este chamo como de 20 años, totalmente ebrio que me dice: “Nosotros somos nuestro propio infierno. Imagínate esto: es sencillito. La biblia, Dante… y hasta Sartre, han tratado de describirlo, pero ninguno me convence, y si Dios ha muerto… yo estoy en el derecho de definir mi propio infierno. Aja, el verdadero infierno es minimalista. Simple: nos dejan en la urna. Imagina quedarte en la urna como despierto, sin poder moverte. Ahí, mal vestido, con toda esa basura que nos echan. Quedarnos acostados. Todo el tiempo… jajá bueno, como escribiste en tu cuento anterior, en estos lugares así el tiempo es difícil de explicar. Simplemente estaremos ahí en la urna y ya. Solo podemos estirar los dedos y abrir los ojos, estaremos estáticos eternamente. Este es el verdadero infierno… Ah, y justo adelante de nosotros, adentro de la urna, a la altura de nuestros ojos, hay un espejo.” El borracho, de hecho, se parecía a mí.