Sample Text

La escritura nos convierte en simples piezas entre la extensión del espacio y el tiempo, pero a la vez nos exige salir de lo convencional para explicar la realidad, como quien por voluntad propia abre un paréntesis para detener el tiempo y suceder en un espacio fuera del regular. La escritura en una palabra nos permite morir siguiendo la luz al final del túnel y seguidamente en otro palabra aparecer en una sala de parto; nos permite viajar por las dimensiones de lo real, lo irreal, lo externo y lo interno. La escritura nos permite eso y más.

Bienvenido a este viaje escrito “Sólo para locos, la entrada cuesta la razón.”

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viernes, 30 de noviembre de 2012

Recuerdo de una mañana.


Recuerdo el aurora de la mañana,
Pero recuerdo aun más la noche que la precedió.
Recuerdo como en la fuerza magnética de nuestras miradas, surgió la atracción de los cuerpos,
Como en la ensordecedora inmensidad del silencio, nació nuestra intimidad.
Recuerdo como desnudos flotábamos inmensurablemente sobre la habitación,
Livianos como una pluma nos deslizábamos por todas partes:
Por la cocina, por el cuarto, por el baño, por el sillón…
Tu cuerpo junto al mío volando, como Dios nos trajo al mundo: libres, desnudos y felices,
Librados de todo convencionalismo social, en nuestro estado natural,
Irradiados por la luz de Dios.
Ese Dios que une los cuerpos, ese Dios que unió a Adán y a Eva,
Ese Dios que creó el amor, pero nos regalo la dicha de hacerlo.

Vivo y escribo.


Camino por mi ciudad, camino, y cada paso que doy,
Cada vez que piso, es un verso que escribo.
Abro y cierro los ojos, respiro profundamente y es una prosa que hago.
Hablo y me divierto, beso y siento, cada acto es una estrofa.
La vida es un despliegue infinito de verso, prosas y estrofas.
La vida en sí, es una poesía.
Poeta no es el que escribe, poeta es el que vive.
Poesía no es una conglomeración de palabras,
Es una conglomeración de experiencias.
Yo escribo, vivo, vivo y escribo ésta poesía que es la vida.

martes, 27 de noviembre de 2012

Il bacio della morte


La música suena,
Hay botellas en el piso, vasos vacios.
El ambiente es lúdico, festivo.
Y estas tú, sola,
Rodeada, pero sola.
Con una presencia sombría y provocativa,
Te miro a los ojos, admiro tu maquillaje gótico,
Tú labial y vestimenta negra.
Me seduce tu mirada seria y melancólica,
Esa mirada que denota todo el dolor que has sufrido,
Todo el dolor que te hará amar como nadie.

Me acerco, me presento.
Tú reservada, severa, como si dominaras la vida.
El misterio abunda,
No se tu nombre, pero me hablas de la agonía,
Del absurdo, de la nada.
Dentro de todo el enigma,
Le pedí prestado el ambiente a la noche, él se prestó,
Me acerque a tu boca y te bese.
En ese beso vi pasar toda mi vida, pero sentí el placer en sí mismo.
Abres los ojos, me miras, te ríes,
Cierro los ojos, suspiro y dices:
adiós, te amo.
Me desplomo, caigo en el suelo
Y siento como lentamente se detiene mi corazón…

Somos...


Somos el aire que respiramos,
Somos el camino que caminamos.
Somos lo que leemos,
Somos la música que escuchamos,
Somos las pinturas, el teatro y el cine que vemos.
Somos sentidos.
Somos lo que no somos,
Somos el beso,
Somos sexo,
Somos amor,
Somos miedo.
Somos sentimientos,
Somos arte.

¡Poetas rebeldía! ¡Vivan los sentimientos libres!


Ortodoxos que se refugian en un sistema,
Literatos rígidos y académicos estrictos.
Ahora se clasifican los sentimientos.
¡Qué pena!
Estructuras exactas, versos contados, rimas obligadas.
La academia tan lucrada y los sentimientos tan desamparados.
¿Cuál es la arrogancia?
No entiendo la pretensión de clasificar el arte,
De regir los poemas, eso no sirve.
Si el poema es solo uno, el poema es el sentimiento.
¡Poetas rebeldía! ¡Vivan los sentimientos libres!
Que los sentimientos creen el ambiente perfecto,
Y casi como Antonio Machado:
Poeta no hay reglas, el poema se hace sintiendo.