Cuento para la materia Sociología III, tema: La Teoría critica, Marcuse.
30 años después hay un
nuevo tipo de régimen, totalitario claro (todas las ideologías políticas son
argumentos para ocultar su única intención: obtener el poder y controlar), este
nuevo sistema no usa la propaganda para engañar, ni la fuerza para reprimir, ni
la economía para empobrecer, ni la teoría para mentir y convencer con falsas
utopías irrealizables… (Si, sé lo que están pensando, este nuevo sistema no es
un comunismo). Al contrario, la dominación 30 años después es a través de la
sinceridad. Como lo escuchan (o leen): sinceridad. La gente sabe que está dominada, los dominados saben a quién dominan, y todos felices. ¿No les parece
una maravilla? Lo es.
Coye, perdón que no me
he presentado, me llamo Leopoldo Enrique
Maduro (no se burlen de mi nombre. Yo sé lo que parece… y sí, soy familiar de
todos de alguna manera: hijo de Capriles, por eso Enrique; Leopoldo, porque el primer esposo de mi mamá
siempre pensó que fui su hijo biológico –mentira-, en fin, él se engañó
pensando que yo era el heredero y su ego lo obligó ponerme su nombre; y
Maduro, porque el ultimo esposo de mi mamá me dio el apellido… si mi mamá fue
la última primera dama… no hagan juicios morales de ella por favor, el poder es
amoral y ella solo quería un poquito, ya estaba ladillada de ser la esposa de un reo, su sueño siempre fue ser
primera dama, yo estoy consciente de ello y no tengo ningún problema con su
vida amorosa. Bueno si, uno, que sus peripecias políticas me dejaron un nombre horrible).
Soy profesor de la U.C.D.A.E.A (Universidad Católica Dedicada al Adiestramiento
de Empleados y Autómatas), la mejor universidad del país. Doy clases de
sumisión en la escuela de Administración, y de teoría de la dominación para
empresas privadas en Economía. Escribo para el mejor periódico del país: La
Mentira Nacional, y trabajo como consultor privado, también he tenido algunos
empleos con el Estado, sobre todo al inicio... me tocó la transición entre los
viejos y nuevos empleados, y también hice la creación de la nueva burocracia; me designaron
por mi nombre y apellido, en ese momento tenía acceso a los dos sectores, pero hoy ya mi apellido es irrelevante.
5 de julio… veo el
desfile desde mi balcón, un PH en el piso 50, ubicado en Altamira. ¿Saben algo
cómico? El edificio se llama: la torre de marfil. En fin… hoy cuando me di cuenta
de la fecha me sentí extraño, como esclavo del sistema y aunque sé que lo soy,
el sentimiento de hoy fue distinto, como que si quisiera ser libre de verdad
(ojalá nadie lea esto, porque sino iría preso de una). Leyeron bien, libre de
verdad, Libertad sincera, no como la que nos venden ahora… Déjenme explicarle
la nueva lógica de dominación para que entiendan bien:
Cuando cayó el régimen
anterior se fugaron todas las fortunas, pero con la nueva élite Venezuela se
abrió a la democracia liberal y al capitalismo. O sea, en pocos meses llegaron
más de 100 multinacionales chinas (quienes nos independizaron –o
¿colonizaron?-), las cuales prácticamente (re)construyeron y modernizaron el
país -el dominio técnico es fundamental-. Luego esas empresas, todas
propiedades de un fondo de inversión,
crearon universidades, colegios, bancos, edificios, centros comerciales,
empresas de telefonía, de tecnología, de todo… ah, y las que ya estaban creadas
las compraron. De un momento a otro nuestra sociedad estaba copada de
tecnología china, conjuntamente se desarrolló un sistema electoral democrático,
en el que puede votar todo el mundo, pero solo pueden participar como
candidatos los designados por los partidos políticos… los cuales son
financiados por las multinacionales chinas, y son ellas las que aprueban quien
se postula y quien no; este sistema electoral es abierto y televisado (una
cadena de 24 horas con el conteo manual de los votos) para mayor transparencia,
y es que la trampa no está en la votación, sino en la selección de los
candidatos, los votantes eligen, pero el problema es a quién eligen: solo
candidatos designados por las empresas. Como ven, el fondo de inversión chino,
domina la política y la economía, esas dos hermanas del mundo posmoderno. El
dominio académico y científico lo hacen a través de pensums y estudios
repetitivos e iguales para todos, materias llenas con Mc conocimiento
(conocimiento preempacadado y listo para servir) en las que todos saben,
estudian, leen (las editoriales pertenecen al fondo de inversión) y ven lo
mismo. La igualdad es una forma de dominación.
El dominio mental lo
hacen a través de la felicidad. ¿Cómo? Primero: todo es permitido, TODO, y es
que todo es vendido, producido o comercializado por alguna empresa del fondo de
inversión; segundo: la tecnología y el dinero están al acceso de todos, la
tecnología se democratizó, ya que gracias a la sobreproducción los precios
bajaron… y lo del dinero fue sencillo, al inicio dolarizaron el país, luego
como el mundo se cambió al Yuan, nosotros también… por otro lado, se crearon
nuevos empleos con tantas empresas recién llegadas y la inflación bajó, ahora
todos podemos y tenemos la capacidad para comprar lo que queremos; tercero y
último, a través de las drogas y vicios: la prostitución, la marihuana y todas
las drogas son legales, además el Estado regala diariamente 3 pastillas de
dopamina. Como ven la felicidad está compuesta de una paupérrima libertad de
elección, poder de compra y de recreación. Así nos dominan, controlan la
economía, la política, la ciencia y la felicidad, pero no nos dominan
engañados, sino porque queremos, porque estamos mejor que antes.
El verdadero secreto es
mantener ocupadas las mentes con nuevas necesidades… el Estado mediante sus
empresas (o las empresas mediante el Estado, se asignan contratos a ellas
mismas y se…) crea aplicaciones para teléfonos y redes sociales; a través de
esos medios imparten las necesidades, que se satisfacen a través de los
productos creados por las mismas empresas, y vendidos en los centros
comerciales, también propiedad de los mismos inversionistas. Como ven es un
círculo vicioso de dominación. Los hombres no quieren más, pueden comprar lo
que quieren, lo comparten a través de internet (el fetiche de la comparación) y
obtienen placer sin nadie que los limite… todas estas formas de control las
conocemos, y estamos consciente de ellas, así nos venden la libertad y
felicidad, aunque no sean reales - ¿alguien sabe cómo son las reales?-.
La única manera de
vencer este sistema es logrando alguna mejoras ¿pero cuáles mejoras? La
participación de otros inversionistas, por ejemplo… aunque bueno, otro
inversionistas impondrían el mismo dominio. ¿Qué más se puede mejorar? Se puede
impartir un conocimiento libre, no autómata y estandarizado; pero una vez que
creemos ese conocimiento la academia se encargará de automatizarlo y
estandarizarlo, así que quedamos en lo mismo. Ya va, hay que pensar lo qué
podemos mejorar, tiene que haber una solución… No se me ocurre nada. No hay
solución. Por eso la mejor dominación es a través de la sinceridad. Todo el
mundo sabe que lo dominan, pero todos están conscientes que no pueden hacer
nada. ¡Ay! Que ladilla me da todo esto… me voy a tomar una dopamina, pediré un
Big Mac a domicilio y me quedaré en mi torre de marfil viendo los festejos del
5 de julio. Igual si no es un sistema de dominación, será otro, u otro, u otro,
u otro… y está bien, así ha sido la historia. Si dudé, fue un error, fue una duda
temporal. Con mi libertad y felicidad “falsas” me siento bien, igual nunca he
conocido las verdadera, solo he conocido estas, por lo tanto, para mí, estas
son sinceras y tengo que disfrútalas… es eso, o quedarme aquí, en mi torre de
marfil y en vez de disfrutarlas, criticar el sistema y tratar de crear otro
nuevo (¿utopía?), pero… ¿Les digo algo? No haré eso… acuérdense que Winston
terminó amando al gran hermano, tardó mucho en darse cuenta, yo no quiero
sufrir tanto y confieso que disfruto este sistema. Chao.
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