Si alguna vez, te lastime, fue por mi falta de experiencia.
Yo nunca trate de hacerte daño y cuando lo hice, fue por inocencia.
Si alguna vez, derramaste lagrimas en mi nombre, disculpame, te pido paciencia.
Comprende, mis intenciones no son malignas, solo soy un hijo del tiempo y las consecuencias,
pero si te has arrepentido de estar conmigo o el miedo y la costumbre te pegan en la conciencia,
por favor, ten el valor para despedirte de mi, sin ninguna clemencia.
Sin embargo, si permanecemos juntos, te lo agradeceré con toda mi existencia.
Porque entiende que, aunque te fallé, eres mi más grande amor,
por eso, simpre hare que mi alma te irradie,
Y, si alguna vez te rompí el corazón, fue porque te amo más que nadie.
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