Las penas para comer,
Para mantener a los hijos.
Tus arrugas prematuras,
Las llagas,
Las canas.
Todo fruto
De tanto trabajo.
Los delincuentes
Y la incertidumbre de no vivir otro día
Te abraza.
Tu sueldo mínimo
Que no te alcanza.
Tú casa en la punta de la montaña,
Las interminables escaleras
Que conectan
Con la ciudad.
Te cuesta acceder a la academia,
Te juzgan,
Te insultan,
Hasta te comparan
Con animales de la naturaleza.
Los políticos te olvidan
Y otros te utilizan,
Pero ninguno te soluciona.
Esto y más
Tienes que soportar.
Pero con todo y eso
Te ríes,
Bailas,
Celebras
Y amas la vida.
Que orgullo
Todo el proletariado
Del mundo.
Para ellos,
Éste poema diminuto.
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