Prendo un cigarro desnudo,
Me asomo por la ventana,
Cierro los ojos y me quedo mudo.
Aspiro el humo, pienso y escucho.
Se oyen sirenas, cornetas, como zumbidos de zancudos.
Abro los ojos, y veo los carros moviéndose de aquí allá,
Como hormigas en su hormiguero, locas por el dinero.
En cambio, yo dichoso pensando como hicimos el amor,
Pero recordé que, el amor hace a los amantes, no los amantes al amor.
No importa, todo está bien, el amor hizo de nosotros lo que quiso.
Todo está bien, porque todavía conservas el sudor en tu cuerpo,
Hueles a mí, y el ambiente mantiene su olor a sexo.
Todo está bien, hasta estas rimas, crudas y cortas de mentiras.
¿Cómo algo va andar mal?
Si todavía, mis dedos conservan el olor de tu vagina.
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